miércoles, 25 de septiembre de 2013

El Círculo de Empresarios vapulea a las personas que peor lo pasan y propone contratarlas con salario inferior al SMI


No les basta la insoportable tasa de paro, los 1,8 millones de hogares sin ingreso alguno, el 27% de pobreza, o el 57% de jóvenes sin empleo; ahora exigen una nueva vuelta de tuerca y quieren que personas en paro trabajen con salario inferior al SMI
La voracidad e insolidaridad de algunas organizaciones empresariales no conoce límites. Pensiones más bajas, cotizaciones más reducidas, contratación a la carta, minijobs, desregulación laboral, convenios bajo mínimos, despido más fácil y más barato, y ahora, una nueva humillación: “rebajar excepcionalmente el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), actualmente situado en las 645,30 euros mensuales, para ciertas contrataciones de jóvenes en paro”. CCOO considera que, conociendo las dificultades y penurias del colectivo juvenil sin empleo, una propuesta como la realizada por el Círculo de Empresarios solo puede calificarse de “atentado a la dignidad de las personas”.

El secretario de Organización y Comunicación, y portavoz de CCOO, Fernando Lezcano, cree que este tipo de ocurrencias constituyen una afrenta intolerable a los/as miles de jóvenes sin empleo, muchos de ellos con excelente formación, que ven cerradas las puertas del mercado de trabajo, y de cuya vulnerabilidad pretenden aprovecharse este tipo de asociaciones empresariales. “No es admisible que recurran a la vulgar comparación de mejor un empleo con salario por debajo del SMI que seguir en el paro, porque las leyes de la democracia no se aparcan “excepcionalmente. En realidad quieren disponer de jóvenes cualificados en desempleo con salarios miserables y condiciones de trabajo del siglo XIX, denuncia Lezcano.

Tanto su propuesta dirigida a los/as jóvenes en paro, como la rebaja de cotizaciones a los empresarios, la reducción del número de contratos o el condicionamiento del cobro del paro, dibujan un país que no es el nuestro. “Deben elegir entre el respeto a un marco de relaciones laborales propio de un país democrático, o el que corresponde –como ellos hacen- a una legislación autoritaria, corporativa y antidemocrática”, concluye el portavoz de CCOO, Fernando Lezcano.

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